domingo, 18 de enero de 2009

Reyes Catolicos

Isabel, hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, y Fernando, hijo de Juan II de Aragón y de Juana Enriquez, contrajeron matrimonio en Valladolid el 19 de Octubre de 1469, entre fuertes oposiciones al mismo. Isabel heredaría el trono de Castilla en 1474 después de la muerte de su hermano Enrique IV, autoproclamándose reina, ya que había un conflicto sucesorio entre ella y Juana, hija de Enrique IV, de la que se decía era hija de D. Beltrán de la Cueva y no del rey, este conflicto prosiguió después de la coronación, ya que Alfonso V de Portugal, esposo de Juana, lanzó una ofensiva en apoyo de ésta, ofensiva que se disputó en las batallas de Toro y Albuera tras las cuales Isabel, que salió vencedora, fue reconocida reina por las Cortes de Madrigal. Mientras tanto Fernando era nombrado heredero a la muerte de su hermano Carlos. En 1468 recibió el trono de Sicilia y a la muerte de su padre en 1479, el de la corona de Aragón. Participó en las luchas a favor de su esposa Isabel y a partir de esta fecha se produjo la unión dinástica de Aragón y Castilla y el comienzo del reinado conjunto, siguiendo los acuerdos que se habían firmado en 1475 en la concordia de Segovia por los que ambos monarcas mantenían su igualdad en lo tocante a Justicia, moneda y expedición de privilegios, pero reservaba a Isabel la fidelidad de los tenedores de Castillos y las cuestiones de Hacienda. Este matrimonio ha sido considerado como el punto de partida de la unidad y de la grandeza de España. El primer objetivo de los nuevos monarcas fue el de restablecer la autoridad real para lo cual se sirvieron de una poderosa organización la Santa Hermandad creada en 1476 que era una especie de policía judicial que perseguía a los perturbadores del orden. También constituyeron el Consejo Real que sustituía a las Cortes y nombraron corregidores para controlar las ciudades y vincularon la dirección de la Mesta al Consejo Real. De este modo quedaba controlada la política del reino, aunque estas medidas pesaron más sobre el reino de Castilla que sobre el de Aragón. La siguiente misión era concluir la reconquista en el reino nazarí de Granada lo que consiguieron en 1492. La paz interior y la buena organización del reino permitieron que las arcas reales se llenaran y con ellas se acometieran nuevas empresas como el apoyo al almirante genovés Cristóbal Colón que descubriría América en 1492, aportando riquezas para el reino y un fuerte expansionismo exterior. El éxito de la guerra antimusulmana y la presión de los confesores de la reina indujeron a los Reyes a unificar la religión de sus súbditos por lo cual en 1492 se procedió a expulsar a los judíos y los mudéjares granadinos, obligados a convertirse.

No hay comentarios: